miércoles, 16 de septiembre de 2009

MANTRA TRANCE EXPERIMENTS

RITUALES DE PERCEPCIÓN (by Matías C.)

Abran, dejen cargar, apaguen la luz y suban el volumen.

Buen Viaje.


http://www.youtube.com/watch?v=NgRiFZpOkCU
http://www.youtube.com/watch?v=ZuI-1_GlRYA


Matías C.

[why are you wearing that stupid man suit?]

lunes, 7 de septiembre de 2009

Crepuscular




Todos me miran y veo el odio en sus ojos.

Levantan los brazos y gritan. Algunos tienen palos. Otros, simplemente, me muestran el puño.

Me escupen. Me muestran los dientes. Me desafían. Pero nadie me insulta, porque hay un sacerdote cerca.

Me gustaría cerrar los ojos o simplemente agachar la cabeza para ya no mirarlos. Pero eso es lo que ellos quieren. Así que me limito a seguir consumiendo de su ira. No es agradable, pero mas humillante sería darles la razón.

Las mujeres apenas si me miran con desaprobación. Ellas no gritan ni hacen gestos. Sus maridos las matarían a golpes si lo hicieran. Tienen que ser sumisas, no deben mostrarse exaltadas. Y hacen bien su papel. Lo hacen con naturalidad. Ni siquiera lo actúan. Para ellas es así: así se lo enseñaron y así lo aprendieron. Sin cuestionar. La mayoría son buenas alumnas.

También hay chicos en La Plaza. Por supuesto. Deben conocer las reglas; absorber de la impecable conciencia moral del pueblo. Porque de pequeños ya deben ser personas de bien. El método sirve. Un niño de ocho años, nueve como mucho, me mira ansioso. Casi tiene los ojos desorbitados por la emoción. Está esperando que pase lo inevitable. Y la situación le encanta. ¿Estaría mal admitir que me da asco? Es una suerte que no me pueda mover, si lo pudiera hacer agarraría a ese pequeño por los pelos y le daría la cabeza contra un árbol. Para que pruebe un poco de eso de lo que tanto disfruta. Para que vea cómo se siente. Para que sea su propia sangre la que moje sus labios. Para que sea su propia sangre la que esté frente sus ojos. Para que sienta cómo es mirar a un mundo que esta teñido de rojo.

Así comprendería y sus ojos reflejarían horror y no entusiasmo.

Yo podría darle todos esos conocimientos. Y ese sería el principio. Es peor. Mucho peor...

Me duelen las manos y los pies. Las rodillas también me duelen pero por otra cosa. Son eficientes haciendo su trabajo. Hay que reconocer que lo hacen con ferviente pasión.

La blusa se pega a mi espalda. No sólo por la transpiración.

He perdido dos dientes. Uno me lo tragué.

Mi ropa interior esta manchada de sangre.

Maldición. Sí que son eficientes. Y la gente sigue vitoreando y gritando.

Y yo sigo sin bajar la mirada. No cederé.

Entonces, de un momento para el otro, los gritos cesan. Solo quedan unos murmullos. No tengo que girar la cabeza para darme cuenta de que Él se subió a la tarima del centro de La Plaza.

Lo escucho hablar pero no me detengo en sus palabras. No me interesa lo que diga.

Su voz solo trae una imagen a mi mente: cadenas. Cadenas y Cristina. Ella también aparece en mi mente. Ella. A la que nunca conocí pero que siempre supe cómo sería. Ella. De la que nunca veré una sonrisa, pero que ríe conmigo por las noches. A la que nunca abracé, pero que me consuela con sus manos en mi corazón. Ella.

La voz de Él es grave. Autoritaria. Una voz que no deja de ser de viejo, pero que demuestra gran seguridad.

Odio esa voz. Porque es dura. Y Cristina no lo era.

Todos vuelven a levantar las manos y gritan. Festejan. Dan su aprobación. Orgullosos. Tan limpios. Sigo sus miradas y sé lo que va a pasar. Él se aproxima. Viene hacia mi. Con amargo sabor compruebo que aún una parte de mi quiere escapar. Correr. Debatirse. Justo cuando yo pensaba que no tenía nada que perder. Justo cuando pensaba que ya podría soportar cualquier cosa. Me cuesta admitirlo, pero todavía me da miedo. Igual no me muevo, a pesar de que mi alma tiembla.

Y Él aparece frente a mi. Él. Quien impone el orden; quien procura que nada se salga de su lugar; quien se asegura de que los engranajes no se atasquen ni se traben. Él, el Juez.

Me toma la barbilla y me obliga a levantar la vista. Es la primera vez que lo veo de tan cerca. ¿Será mi sugestión o tendrá Él dientes tan filosos como los que estoy viendo?

Y esas arrugas... Debe ser muy viejo... En esas arrugas veo mi calvario. Mi sufrimiento. Esas arrugas que no lo vuelven más débil y vulnerable, sino que más cruel.

Su nariz tiene aspecto aguileño y, en contraste con el resto de su rostro que es totalmente pálido, tiene un tinte rojizo. ¿Sabrá el pueblo que se debe al alcohol?

No subo más la vista. Tal vez me quiebre si lo hago. Y le prometí a Cristina que no me quebraría.

Sus labios se mueven.

Siento ganas de llorar. ¡Quiero que se vaya!... ¡No quiero tenerlo tan cerca!... Su aliento me asfixia... Es un aliento nauseabundo... Acabo de darme cuenta de que estoy aguantando la respiración... ¡Quiero que me suelte! ¡Que me suelte ya!...

Pero lo soporto. Lo soporto lo mejor que puedo....

"Por sus pecados", dice Él y mira al cura. Éste asiente, hace una señal, que ahora no puedo menos que considerar blasfema, y vuelve a asentir. Entonces el Juez hace un gesto al hombre que todo el tiempo estuvo al lado mío. Y por fin se aleja. Sé que lo que pase ahora será terrible... pero Él esta lejos y eso es un consuelo. Un enorme consuelo.

Empiezo a escuchar el chasquido. Y la gente vuelve a ponerse eufórica.

Mi corazón se acelera. Todo esta por terminar.

El dolor no tarda en aparecer. Aprieto los dientes.

Y todos miran... Carroñeros... Como perros muertos de hambre frente a un plato con comida... Un plato con las sobras del día anterior. Y esas sobras soy yo.

Mi pecho sube y baja con violencia....

Y miran... Miran... MIRAN... MIRAN...

Algo sube por mi garganta. No sé qué es. Pero es puro. Tiro la cabeza para atrás. Aprieto con mas fuerza los dientes y los ojos. Siento las venas palpitar en mi cuello...

Y aunque no los veo sé que miran...

Y decido darles a todos la función que vinieron a ver.

Bajo los ojos y esta vez me detengo en cada uno de ellos. Y comienzo a reír a carcajadas.

Sí, río. Los desafío a que ellos también rían... Pero no lo hacen. Los hombres bajan los puños, las mujeres bajan la vista (Ellas siempre lo hacen) y el niño de ocho años comienza a llorar. Ahora soy lo que ellos quieren.

Soy la locura. Soy el pecado. Lo infame. Su terror. Su miedo. Soy la Bruja... y no creo que estén preparados para enfrentarme...

Siento que me libero y el dolor ya no es nada.

Miro al cura y él se arrodilla para rezar... Así me gusta...

Volteo lentamente la cabeza. Fijo mi vista en Él. Y esta vez no dudo en mirar sus ojos. Esta inmóvil. No hace un solo gesto... Pero sus ojos... Penetro en sus pupilas y allí estoy... el calor subiendo por mis mejillas, los ojos enrojecidos, el pelo cayendo, desprolijo, la nariz deforme, por los golpes... Me reconozco... Soy el monstruo. Y río con más fuerza.

Río. Solo río.

Y el llanto y los gritos son música para mis oídos.

Las llamas suben cada vez con mayor violencia. Llegan a mi vientre, el único hogar que llegó a conocer Cristina.

Y siguen subiendo, implacables, al tiempo que mis carcajadas se hacen mas sonoras y unos cuantos hombres, con confusión en el rostro, deciden que prefieren irse a su hogar. Las mujeres los siguen. Son obedientes... Pero no todas somos buenas alumnas.

Una nube oculta al Sol. Es la última vez que vea al cielo... y su aspecto me gusta.

La Plaza esta vacía, salvo por los dos hombres más poderosos del lugar.

Uno está vencido.

El otro, el Juez, sigue mirando mientras cierra con fuerza los puños.

Se que odia mi risa. Mi subversión. No lo soporta.

Empieza a gritarme algo. Se toma la cabeza. Se transforma. Deja de ser el hombre que todo el pueblo respeta para transformarse en el hombre que me humilló de mil formas distintas.

Y me sigue gritando.

Sabe que mis risas son para Él.

Grita... Grita...

Que me calle, dice... Me burlo de sus palabras...

(Fuego. Rojo, Amarillo, Naranja... Fuego...)

Y lo último que veo antes de que las llamas cubran mi rostro es a Él correr hacia mi, con el rostro desencajado.

viernes, 14 de agosto de 2009

MANTRA TRANCE PRODUCCIONES presenta...


A la brevedad podrán apreciar el video realizado por Mantra Trance Producciones para la banda local EL FESTIVAL DE LOS VIAJES (www.myspace.com/elfestivaldelosviajes)

Se les va a volar el sombrero...

(afiche by Javi/ pic by Leo)

domingo, 26 de julio de 2009

ANALISIS POÉTICO DE "AXOLOTL", de J.C.


Análisis del cuento Axolotl, de Julio Cortázar. Dicho cuento pertenece a Final del Juego (1956)

AXOLOTL:
Los “opuestos” y el Juego de la Telepatía

"Es el foco de atracción, y lo vemos los dos. Yo no he abierto la boca, ni tú la tuya. Ni siquiera coincidimos en el año, y no digamos en la habitación. Y sin embargo estamos juntos. Muy cerca.
Se han tocado nuestras mentes.
Hemos protagonizado un acto de telepatía. Telepatía de verdad."

Stephen King, sobre la escritura y la lectura en "Mientras escribo"

INTRODUCCIÓN

Con el presente análisis se pretende marcar una posible red de lectura. Para lograrlo se pondrá la atención en determinados aspectos del cuento, ligados, en su mayoría, a una forma de “oposición” que se demostrara que esta latente en toda la historia.
A su vez, partiendo de eso y de otras premisas que mas adelante se darán a conocer, se empezara a hablar de la Telepatía entre escritor y lector y del rol que esta idea (también desarrollada más adelante) juega en la obra.

DESARROLLO

Con Axolotl asistimos a un proceso de transmutación, de transición. El cuento, desde las primeras líneas nos sumerge en profundidades oscuras e inmóviles (“Oscuramente me pareció comprender…”; “…una profundidad insondable…”) subrayadas por la contrariedad descriptiva (Primera Gran Oposición) que ayuda a que toda imagen se desdibuje para adquirir justamente mas fuerza (“…observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos…”)
En esa oscuridad los axolotl resaltan, oponiéndose a la misma realidad (“...su dulce, terrible luz…”; “…pensé [refiriéndose a los axolotl] en las estatuillas chinas de cristal lechoso...”). Hasta la ciudad, Paris, se describe como un animal (“…Paris abrió su cola de pavorreal…”) y de los axolotl se dice en todo momento que no lo son (“No eran animales”) Son una luz en el negro abismo. Segunda Gran Oposición.
El cuento nos habla de un hombre, una consciencia, que muta en axolotl (hombre y axolotl, Tercera Gran oposición). Para el análisis pertinente a este trabajo adquiere vital importancia la última línea de la historia (“…creyendo imaginar un cuento va a escribir todo esto sobre los axolotl”). Gracias a esa aseveración final podemos decir que la transición que se produce, en realidad, se da a la inversa de lo que el cuento nos muestra (Cuarta Gran Oposición).
Se puede hacer esta afirmación, basándose en la siguiente observación: creemos leer la historia de un axolotl, sin embargo, gracias a las últimas palabras (el final), sospechamos que quizás estemos en presencia del cuento supuestamente imaginado por el hombre. Se produce la dualidad. A la luz de este dato podemos leer el cuento con otra visión: la ficción seria desenmascarada y seriamos plenamente consientes de que leemos a un hombre que se pone en la voz de un axolotl y que da a la historia el final que le da porque su obsesión le hace temer que la “mentira” (ficción) pueda ser verdad. Esta lectura no permite que se produzca la entrega (del lector) que si permitía la primera lectura. Al leer: “Ahora soy un axolotl”, leemos en realidad: “Esto lo escribió un hombre con la paranoia de que esta escribiendo algo que realmente no es una invención. Un hombre que no quita la posibilidad de que una parte de el haya mutado en axolotl”. La entrega del lector es diferente. Siempre es la mutación y la partición del “uno”.
En este punto, antes de continuar, es necesario abrir el abanico a otra idea. Extender la telaraña para entretejer significados. Lo que el personaje hace (ya sea que su mutación en axolotl sea ficticia o no- se instala la idea de ficción dentro de ficción-) dejarse “comer” por los axolotl identificándose con ellos, sufriendo con ellos, proyectando sensibilidad, no es mas que lo que el mismo lector hace, perdiéndose a su vez en una inmovilidad absoluta. El poder de la ficción de abrir grietas en el espacio tiempo. Toda historia quiebra el orden cronológico real, nos transporta, nos desliga de la inevitable continuidad[1]. Es la Telepatía literaria, y entiéndase esta noción de la siguiente forma: la telepatía no es más que la transmisión de pensamientos de una mente a otra. Telepatía es empatía. Telepatía es también invasión: un pensamiento ajeno en nuestras mentes. La Telepatía es peligrosa: empezamos a leer los pensamientos del “otro”, a tal punto que llegamos a predecirlo… Pensamos como el… El personaje, los hechos (todo lo que conforme una historia) llega a nosotros como una idea, en un proceso de Telepatía. Luego, esa idea se independiza en nosotros, se desliga de su origen, crece, empieza a tener implicaciones particulares para cada uno.
Ahora analicemos desde la Telepatía y volvamos a la idea del principio (partición, mutación) y vemos como son nuestras conciencias las que trasmutan. Entra en nosotros la idea de que lo narrado la cuenta un axolotl… seguimos los razonamientos del mismo… Primero miramos el cristal (papel- no es casualidad que el canibalismo se de por los ojos. Lectura es canibalismo-) y del otro lado vemos un axolotl que no tarda en devorarnos. Somos el y cuando se nos señala (líneas finales) que él mismo podría ser fruto de la invención de un hombre (que en realidad no estaría inventando sino siendo consciente de la perdida de una parte de si. La conciencia del lector) nos transformamos en ese hombre mediante la deconstrucción, descreyendo lo recién leído.
En el cuento, como en toda historia, existe el juego de la Telepatía, pero este cuento posee la particularidad de tratarse, justamente, de ese juego de la Telepatía. Un hombre lee (o cree leer) tanto la mente de un axolotl que se transforma en uno de ellos… o quizás no se transforme literalmente pero si lo haga mediante la ficción. Entre ellos hay una fuerte conexión.

CONCLUSIÓN

De este modo con Axolotl recorremos el siguiente camino: primero axolotl, luego hombre. Hombre que no sabrá decir si lo que escribe es real. Lo mismo que nos sucede cuando nos sorprendemos a nosotros mismos contándole a alguien algún episodio de alguna ficción como si hubiera pasado. Leemos (pensamientos) sobre “otro” (ese “otro” es un tercero en el asunto ya que no es ni lector ni escritor… es ambos…) y esa esencia crece en nosotros que le otorgamos una conciencia…
Mientras mas nos entregamos a las historias mas desconfiamos de la realidad, y a su vez, mientras mas desconfiamos de la realidad con más solidez vemos el mundo. Son justamente el caos y la confusión lo que hacen que todo tenga sentido. Los “opuestos” forman uno.
El Juego de la Telepatía nos da la posibilidad de explorar al extraño (lo hace el personaje, lo hacemos nosotros), con el riesgo de terminar comidos, de no medir las consecuencias de la transición.
Axolotl con sus oposiciones (a grandes rasgos, las cuatro que se mencionaron al principio) y con el final en el que tanto énfasis se puso en este análisis parece quedar constituido de arenas movedizas, cambio, donde el Juego de la Telepatía no se detiene un instante: una consciencia se parte y el cuento puede estar escrito por uno de los lados o por otro, dependiendo de cómo se lo mire… La misma historia puede significar dos puntos de vista diferentes, dos voces, como ya se demostró (podemos estar leyendo al axolotl o al hombre) y esto sucede porque el que termina de conformar el cuento, el que cierra la Telepatía, es el receptor. Entonces puede leer lo mismo pero encarándolo de diferentes perspectivas, de diferentes bases.
Hacemos el proceso Telepático y resignificamos a pesar de leer las mismas palabras en el mismo orden. Porque leemos otro pensamiento.


[1] Dice Carriere de la Experiencia del cine (que se puede aplicar a la experiencia de entregarse a cualquier obra de arte) en “La película que no se ve”: “El circulo temporal se ha cerrado y el tiempo se ha preservado, como escapando al envejecimiento general”.

MONOGRAFÍA SOBRE "REY LEAR", de W.S.


“EL REY LEAR Y LA NATURALEZA DEL CONFORMISMO”

"El cielo, el infierno y el mundo entero están en nosotros."Henry Amiel

William Shakespeare, en su obra El Rey Lear, escrita en 1605, deja al descubierto todo un Universo de cosmovisiones que se oponen pero que a su vez se encuentran. Cosmovisiones que discuten sobre el orden Natural , el individualismo y las jerarquías estelares. Ser parte del esquema ya dado o salir a patear el tablero… Esa es la cuestión.

“ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO…”

Las nubes cubren el cielo. Las sombras se proyectan en la tierra y, de a poco, todo se vuelve oscuridad.
Un rey viejo (Lear) reparte sus propiedades entre sus hijas y al hacerlo cree ver el desamor de una de ellas (Cordelia) que no lo adorna con palabras bellas y grandilocuentes como lo hicieran sus hermanas (Gorenila y Regania). Defraudado, confuso, con odio, el rey sentencia: “[…] Por el girar de los astros que rigen nuestros destinos desde el nacimiento hasta la muerte, desde ahora reniego de toda obligación paternal contigo […]” Y esa simple frase deja en evidencia todo un modo de interpretar y ver el mundo en el periodo Isabelino.
“La creencia en la influencia de las estrellas sobre la vida del hombre era mantenida por la mayoría de la audiencia de Shakespeare”, dice W. R. Elton en su libro “Shakespeare y el pensamiento de su era”, y esto supone una serie de interconexiones que derivan en una idea de que el macrocosmos (lo universal) y el microcosmos (lo individual) se repetían por cadenas de causa- efecto y se afectaban intrínsecamente.
En vistas de este mecanismo de engranajes forjados con precisión es evidente que la decisión del Rey de romper vinculo de sangre con su hija traerá consecuencias en todos los aspectos del orden, por sobre todo porque lo que se está quebrando con esa renuncia de Lear es un enlace natural. Y esto, lo natural, es un concepto, que, como se verá, atraviesa toda la obra.
Con Cordelia desheredada las aguas del reino se separan y un fiel servidor (Kent) es desterrado. Ya no hay marcha atrás. Empieza a girar la rueda. Comienza la historia, con el sabor inevitable de la tragedia.
Glouster (quien también creerá, por engaño, en la traición de un hijo: Edgardo) dirá: “Los pasados eclipses de Sol y de Luna no presagiaban nada bueno. Aunque la razón los explique dentro del orden de la Naturaleza, la Naturaleza padece los consiguientes efectos. ¡Frialdad en el amor, amistades perdidas, disensiones entre hermanos, revueltas en las ciudades, discordias entre los Estados, traiciones en los Palacios! ¡Y quebrados los vínculos entre los padres y los hijos! […] El Rey se extravía en sus sentimientos naturales […] Intrigas, perjurios, traiciones cataclismos asoladores nos perseguirán sin tregua hasta el sepulcro […]” (I, 2) Dichas palabras toman fuerza y todo se viste de Apocalipsis. Glouster habla de presagios… Solo se puede creer en presagios si se cree en la autoridad de quien los da y, por sobre todo, si se cree que es posible adelantar lo que ocurrirá, como si eso estuviera escrito. El poder por encima del hombre. Estaba escrito que todo pasaría, y la Naturaleza que predijo tales aberraciones se vera perjudicada por las mismas. Todo afecta todo. Lo macro en lo micro y lo micro en lo macro.
Volviendo a W. R. Elton: “Puesto que poseía tanto alma como cuerpo el hombre ocupaba un sitio capital en la gran cadena del ser. Exteriormente sus acciones individuales encontraban sus consecuencias repetidas en la naturaleza macrocósmica”. Y Lear refuerza su mal paso, porque es un Rey que ya no quiere ser Rey pero que no quiere perder la autoridad, lo que lo transforma, para sus hijas no desheredadas, en un ser caprichoso y ridículamente déspota. Las traiciones se multiplican y Lear, estafado, deambula perdido, cuestionando su propia cordura.
Asi queda planteado el panorama y la visión que losustenta. Todo un poder celestial rige la vida de los hombres, todo es parte de una gran obra mayúscula, escrita por órdenes superiores, y a su vez, la acción de los hombres trae sus consecuencias en todo lo que los rodea.
Las nubes se hacen mas espesas.
El equivalente a un Rey “loco”, en la Naturaleza, es una tormenta desmedida… Todo se corresponde…
Las primeras gotas empiezan a caer….

“LA CONCEPCIÓN BASTARDA”

“¡Admirable necedad de las gentes! Afligen nuestra vida dolencias causadas casi siempre por un hartazgo de nuestra intemperancia, y culpamos de nuestros males al sol, a la luna y a las estrellas […]” (I,2). Estas líneas corresponden a Edmundo, y para entender su posición es necesario conocer su historia.
Edmundo es hijo de Glouster. Mas específicamente, su hijo bastardo, que nada recibirá como herencia de su padre y a quien nada le corresponde. Y esto, aunque simple, ya nos dice todo de él, como iremos viendo.
“Rechazando el determinismo sobrenatural de su padre y sus nociones astrológicas, el ilegitimo y naturalista- determinista Edmundo expresa las actitudes de los espectadores renacentistas escépticos”, sostiene Elton. Edmundo es la otra visión. Solo evoca a la natura para su beneficio, y si bien su postura puede ser egoísta seria beneficio de todos si supieran aprovecharla, porque este personajes evoca a la natura para demostrar que todos somos iguales, rompe jerarquías, se desentiende de lo legítimo, se burla de las transferencias astrales.
Edmundo no ve naturales los presagios, no se ve inmerso en el cuento de una elevada deidad. Los personajes de la obra entran en acción después de la errada decisión de Lear, antes de eso eran estáticos… En cambio Edmundo se muestra dinámico desde el principio… Él es movimiento puro, dinamismo. Por eso no tarda en ponerse como creador de la ficción, a base de engaños, realizándose como el titiritero que manejará una gran porción de obra.
La tormenta tiene sin cuidados a Edmundo… Esta por afuera de la oscuridad que envuelve al resto…
Él no ve presagios, para él la realidad esta construida de posibilidades.

“LUCHAR POR EL (NO) CAMBIO”

La acción desestructurante de Lear desata un caos que pone en movimiento acciones altamente estructurantes: todos los personajes van a buscar volver al orden, a lo natural, a lo legítimo. Las aventuras que emprenden están regidas por la cosmovisión de que todo es parte de un plan, se mueven en esos parámetros. Son hombres de altos estratos sociales que tienen la convicción de que las cosas son de un modo u otro por decisiones que no los atañen y ante los problemas se disfrazan literalmente de mártires para luchar por el conservadurismo.
La fé en que todo esta escrito es un modo de resignación para justificar la ausencia de iniciativa. Es fácil tener estas creencias siendo rey, duque, o teniendo un lugar digno dentro de las jerarquías. La resignación es conformismo, por eso los personajes se destacan por callarse. Callarse ante el destino (Glouster por ejemplo), callarse ante el rey (Cordelia), callarse ante las injusticias (Edgardo)… Nadie se opone… Los personajes parten a su odisea disfrazados, con miedo, con convicciones pero suficientemente inseguros como para esconderse… Pero no tardaran en caer… Porque la acción de Edmundo, quien si toma el control, pronto los devora… Porque Edmundo tiene la ventaja sobre los demás... gracias a eso engaña a las hijas del Rey y a el resto… y si bien la victoria no es suya logra algo mucho mas importante que el reino que pretendía en sus ambiciones: logra abrir los ojos de quienes estan bajo la influencia de sus mentiras… Porque su accionar hace que estos deban enfrentarse a obstáculos enormes… Los obliga a descender, a que se den cuenta lo que es ser nada (como él mismo)… hace que lo sientan en carne propia… Los sacude de tal modo que los despierta… Ahoga al grupo de los conformistas en la bajeza absoluta pero no tiene en cuenta que al hacer eso enciende la chispa de la supervivencia, y todos esos conformistas se encuentran, de pronto, preguntándose porque todo es tan injusto y nace en ellos el sentimiento del cambio real… no la falsa revolución que nace del temor a perder lo sólido, sino la lucha verdadera, objetiva, del que mira el mundo con individualismo y solidaridad y quiere lograr que todo mejore.
De poco los personajes empiezan a tener una visión mas crítica, cuestionan, y empiezan a exigir que las cosas cambien… Como cuando Glouster, luego de su tormentosa desventura exclama, de pronto, sobresaltado, como si hubiera descubierto de pronto una gran verdad que hasta el momento había ignorado (por decisión propia o por culpa de otro): “¡Oh Cielos! Permitidme que así sea siempre, y los que gozan de superfluidades, colmados de todo hasta la hartura, y desatienden vuestros preceptos y nada quieren ver, porque nada padecen, ¡dejad caer vuestra justicia inexorable! ¡Distribuyan cuanto les sobra y así tendrá cada uno lo que basta!”(IV, 1) Lear enfrenta a la propia naturaleza, la desafía y termina por exponer una cruda mirada sobre la justicia de la época, mostrándola como hipócrita por castigar lo que fomenta (IV, 4), se vuelve mucho mas subjetivo y donde antes solo tenia certezas ahora abre signos de interrogación… Su arma es la pregunta, la duda… De pronto es el Bufón que, gracias a su invulnerabilidad por ser considerado loco, era capaz de calificar al mismísimo Rey de demente… A esa categoría baja (¿sube?) Lear y es allí donde empieza a ser libre, donde abandona su conformismo… Edgardo toma el coraje de salir a luchar por lo suyo, ya no se esconde, temeroso…
Los personajes, de a poco, empiezan a tener mas fuerza… y empiezan a entender la naturaleza de muchas cosas que hasta ese momento veían como naturales…
Escribe Bouwsma en un texto sobre el teatro isabelino: “Asi pues, el teatro era símbolo catalizador y centro de lo que se intuía- o incluso se comprendía- que iba pésimamente mal en la cultura de la época” Efectivamente, Shakespeare, justificando a sus personajes porque están en “crisis” los utiliza para denunciar las injusticias que lso rodeaban. Él no estaba del lado de los conformistas.
La tormenta ya no es reflejo causal del caos dictado por poderes por encima del hombre sino que es reflejo casual de la furia de quienes deciden actuar.

“EL ESPEJO ROTO, LA PAGINA VACIA”

Ya no hay esquema, no hay correspondencias astrales… No hay un dramaturgo por encima escribiendo nuestros actos… Es la Libertad…. Pero la libertad trae miedos… Porque entonces, cada acto se sobrecarga de significancia y nos moldea como dueños críticos de lo que sucede… Podemos empezar a transformar el entorno, así como Edmundo lo transformo (dejemos de lado sus intenciones finales)… Podemos tener la ventaja que él poseía… Sin embargo la pregunta obligada es: si Edmundo hubiera sido el legítimo y no el bastardo, ¿hubiera de todos modos creído en la libertad de las acciones y en el concepto de que cada cual es dueño de su destino? ¿o, con una corona asegurada a futuro, se hubiera conformado con pensar que la naturaleza lo rige todo y hubiera sido otro legítimo cobarde y cómodo?
Indudablemente en esta obra se muestra que la cosmovisión se funda según la necesidad… La seguridad crea conformismo… La figura del poder superior y de la naturaleza de las cosas se crea para justificar de modo mediocre lo que esta mal… Los conformistas crean lo natural y lo legitimo para librarse del cargo de consciencia que les daría pensar que cada cosa es responsabilidad de todos… Así surgen las doctrinas religiosas de dominación o los discursos pro- capitalistas y obtusos de pensadores que consideran la pobreza como algo natural de cualquier sociedad.
En el Rey Lear la tormenta llega a su fin… Pero las nubes no dejan ver el Sol… Los viejos están cansados… Los jóvenes suben al poder… Proceso natural (nuevamente lo natural) de la vida… El ciclo se renueva pero con aires pesimistas… Dice Albania: “Los jóvenes no veremos todo lo que él [LEAR] vio ni viviremos tanto…” (V, 3)
Lo legítimo y la natural vuelve a su cauce… Edmundo, el bastardo, el inconformista por necesidad, por lógica (¿Por qué no?) ha muerto… ¿Pero sabrán los personajes recordar su experiencia para no volver a sentarse en el sillón del conformismo? ¿O ganada la batalla cerraran los campos perceptivos que habían logrado abrir (aún ciegos) para dejarse llevar por una vida un tanto más fácil?
La obra de Shakespeare no deja una respuesta, pero nuestra historia universal si lo hace: nunca existieron las revoluciones perpetuas… Toda subversión que derrocó un poder luego se adueño de él con planes de no mutar y con políticas de ya no cambiar, estancando las posibilidades de crecimiento…
Esta mas que claro: el Conformismo ganó.

lunes, 23 de febrero de 2009

Humo y Cristal, Fuego y Tarot (ESPEJOS)


-Improvisación Causal y Conceptual, banda sonora: LOS NATAS, Ciudad de Brahman. Espirales ascentes: L.A. y AnnaVel-


CAPITULO 1

-Tras la Sonrisa del Arlequín-

EL TIEMPO


La Transmutación, el Resentimiento, el Desasosioego, la Montaña, la Suricata, el Negro. Influencia Astral: 15.

[La transformación que ocasioan el despertar del Nuevo Orden; Ocaso definitivo de las trabas que atan a la Roca del funesto Destino Único]


CAPITULO 2

-Produciendo Oscuridad en el Templo de Piedra-

LA VIDA


La Pasión, la Innovación, lo Inesperado, La Laguna, el Caballo, el Rojo.

Influencia Astral: 11.

[Luego de la primer montaña se vislumbra lo que vendra, dejando al descubierto un desierto de enfermedad como posible consecuencia del mal empeño de lo percibido...]


CAPITULO 3

-Arpegios como Mares en el Infinito del Ser (Planetas que Colapsan)-

EL ESPACIO


La Proscrpción, la Revelación, la Comunión, el Bosque, el Conejo, el Violeta.

Inluencia Astral: 5.

[Y solo después de que lo dañino haya conformado el cristal con el que nos envolveremos, lejos de cualquier voz, llegará la Unidad.]


(Pic by Bunny)

miércoles, 18 de febrero de 2009

EL DIA QUE NO CAMBIÉ EL MUNDO

Me metí en el baño y cerré de un portazo. Estaba histérico… No hubo un detonante en particular, solo llegué a la rotunda conclusión de que aquello no podía seguir. Ya no podía fingir, me sentía mal, enfermo, desganado… Entré a uno de los individuales, bajé la tapa y me senté en el inodoro. Respiré hondo. Miré los límites que convertían mi mundo en un dos por dos… Todo tan pulcro, sin lugar para el desastre… Saqué el fibrón de la mochila y me propuse escribir sin que me importara nada… Pero antes tenía que hacer otra cosa.
Me bajé el cierre del pantalón y sin perder tiempo empecé a masturbarme.
A los pocos segundos apareció ella. No la escuché entrar. Antes de que pudiera hacer otra cosa ya había apartado la puerta de una patada y estaba delante mio, observándome. Tenía el uniforme del colegio: Chomba blanca, pollera cuadrille, zapatos, medias hasta casi la rodilla, una mochila pequeña que dejo caer a su lado.
Se acercó y empezó a acariciarse todo el cuerpo, con delicadeza y furia. Se levanto la pollera, me mostró su humedad. Respiraba agitada. Sus ojos destilaban deseo.
Cuando ya no lo soporte estiré una mano para tocarla. Mis dedos encontraron su piel sudorosa y suave pero entonces me golpeó. Con fuerza, en la cara. Me percaté de que tenía una manopla. La mire sin entender, me sonrió…
Me mostró que tan erectos estaban sus pezones. Volví a acercar una mano y me golpeó nuevamente. Esta vez escupí sangre.
Se aproximó hasta quedar sobre mi, sin que nos rozáramos si quiera. Empecé a masturbarme nuevamente y esta vez me dio un cabezazo. Acto seguido paso su lengua por mi cara, me rozo el lóbulo de la oreja.
Levante mis manos, en son de paz y ella se levanto la remera y el corpiño. Empezo a pasarme sus pechos por el rostro mientras gemía.
Quise lamerla, pero me sorprendió con una piña en las costillas. Tosí.
Se paró en el borde del inodoro y se giró. Bailo con suavidad a tres centímetros de mi. Luego me expuso su sexo y sentí como se me hacia agua a la boca. Quería hundirme en ella. Volví a agarrar mi pene y ella me pateó.
Bajó con delicadeza y froto su cuerpo con el mio. Me besó, se entretuvo un rato abajo. Cuando empecé a moverme casi me vuela un diente. Salpiqué de rojo la pared.
Por último se paró, se metió la mano bajo la ropa interior y empezó a masturbarse, casi gritando. Yo grite con ella mientras mis manos temblaban a centímetros de su piel. En el segundo final la agarré de las nalgas y la pegué a mi. La sentí acabar contra mi pecho agitado. Yo manche sus piernas. No le importó.
Se separó de mi extasiada y me rompió la nariz. Me reí a carcajadas.
-¿Por qué estabas haciendo eso cuando entré?- me preguntó acomodándose la ropa.
-Estaba tomando coraje…- dije levantando la cabeza y tratando de parar la hemorragia con la mano- Voy a escribir todo este lugar de mierda… Voy a rebelarme…
Rió y me acarició la cabeza con amor.
-¿Y vos?- quise saber- ¿Por qué acabas de hacer esto?
-También estaba tomando coraje…- respondió. Tomó su mochila, la abrió y sacó un arma- Voy a matar al director.
Me guiñó un ojo y se marchó con paso firme.
Revolución.
LA revolución… No sorprende que sea una palabra femenina.
Me desmayé y no me desperté hasta que el disparo retumbó en todo el lugar.
Estaba feliz y tenía, nuevamente, una erección.

CUATRO JINETES, DIEZ CERVEZAS Y UN UNICORNIO MUERTO...


Destapé la décima cerveza, le di un trago largo y caminé sin tambalearme hasta la ventana. La luz de la calle seguía parpadeando, las sirenas sonaban a lo lejos, por momentos un resplandor, extraño, rojizo, brillaba en el cielo, autos abandonados, un camión verde en la esquina con cinco tipos con armas y mascaras raras, la vecina gorda muerta en mitad de la calle después de haber saltado de la terraza, su perro aullando al lado, el tipo del quiosco de enfrente asomado como yo a la ventana…
Suspiré. Estaba aburrido… Cansado… Todo el asunto del Fin del Mundo me había hinchado las pelotas. Demasiado escándalo. Encima esa era mi última cerveza… Cuando la terminara ya no habría más y no iba a poder salir a comprar otra…
El del quiosco, con los ojos muy abiertos, me señaló a los del camión verde. Lo ignoré y cerré las cortinas. Hacia ya un par de días que venía jodiendo con rebelarse a los militares o lo que carajo fueran…
-Que se curtan todos- pensé y me dirigí al sillón. La tele estaba muerta y tenía aun el souvenir de nuestra última pelea. La pata de una silla estaba incrustada en la pantalla.
La luz se iba y venia, por eso tenia velas por todos lados… Cuando se armó el caos fui uno de los primeros en llegar al supermercado: tengo el don de presentir cuando la gente se va a volver idiota… me gasté lo que me restaba del sueldo en cervezas y velas… Después me entere que todos saquearon el lugar… No es que me molestara gastar mis 70 pesos… Pero podría haber tenido mas bebida…
Trate de relajarme… No pude.
La sirena seguía sonando a lo lejos. Insoportable.
Me acordé que tenía pilas guardadas. Las busque y se las puse al equipo de música. La radio hablaba de nuevas explosiones y muertes en… La saqué, puse mi cd preferido y subí el volumen… Jim Morrison grito por los parlantes. Brinde, en soledad, por eso.
Entonces apareció ella.

Golpeó suave y es raro pero la escuché…
Agarré una de las botellas vacías y la golpeé con fuerza contra el borde de la mesa. Caminé hasta la puerta decidido a enfrentarme al que me viniera a decir que bajara el volumen….
-Que se curtan todos…
Abrí y la ví. Tenía el pelo largo y morocho, era pálida, tetas grandes, labios rojos y ojos inquietos. Tenía una bata como la que usan los enfermos en los hospitales pero más corta, no tenia corpiño y llevaba en la mano una mochila de motivo infantil, con el dibujo de un conejo.
-Yo podría salvarlos a todos- dijo muy segura de si misma.
Tenía zapatillas de lona gastadas, desatadas y medias a rayas blancas y negras que le subían hasta un poco por encima de las rodillas.
-Además tengo esto…- siguió. Abrió la mochila y me mostró el interior. Había licores, una botella de whisky y muchas latas de cerveza.
Intercambiamos sonrisas y entró.
No le pregunte como es que los del camión de la esquina la dejaron pasar. Destapo el whisky. Yo agarre una de las latas.
Estaban frías y el calor era sofocante.

Lo primero que hizo fue bailar. Se subió al sillón y empezó a moverse al ritmo de los Doors con una gracia particular.
No probó una gota del whisky, sino que para mi sorpresa se vació media botella encima. La bata se le pegó al cuerpo.
Me hizo señas y me acerqué… Bailé con ella y por primera vez no me sentí torpe.
Me tomó con suavidad de la mano y sentí mucha intimidad en ese acto… Ella se rió con timidez y volcó lo que quedaba de la botella sobre mí… Sentí calor. Mucho. Me tome la lata de cerveza de un trago.
Se acercó y susurró en mi oído:
-Soy un conejo… Los conejos vamos a sobrevivir al Apocalipsis… Los conejos somos inmunes al fuego… El mundo quedara habitado solo por conejos… Va a ser divertido…
Era lo más coherente que había escuchado en meses.
-¿Sabés por que empezó todo esto?
Negué con la cabeza mientras empezaba a acariciarla.
-Un tachero atropello a un Unicornio en la 9 de Julio… Después de eso bajaron los cuatro jinetes…
Con lentitud se recostó en el sillón y me arrastró con ella.
-Tacheros de mierda- dije solo por decir algo, mientras ella empezaba a frotarse contra mi- Son todos unas psicópatas…
Ella me miro fijo a los ojos y largo una carcajada suave.
-Tacheros de mierda…- repitió y empezó a acariciarme- Yo podría salvarlos a todos… Conozco el secreto…
La besé a través de la bata, el whisky me lastimaba los labios.
-¿Por qué no te importa?
Mientras lo decía me volvió a morder, me clavó las uñas. Sangré.
Acaricié sus piernas hasta llegar a los muslos. Nos besamos con pasión.
-¿Por qué no estás salvándolos si es que podés?- susurré a su oído, sonriendo.
Ella me miró casi indignada. Se mordió el labio inferior con fuerza, con deseo. Pronto su sangre se mezcló con la mía. Sin sacarse la bata se sacó la ropa interior, con furia, enojada por mis palabras, desafiante.
La música parecía aumentar de volumen.
Sentí su humedad, ardiente.
Comenzó a cabalgarme sin despegar sus ojos de los míos. Con fuerza, gimiendo.
-Te escapaste del hospital neuro-psiquiátrico que hay a dos cuadras- le dije mientras mi cuerpo era invadido por pequeños temblores…
Ella aumento el ritmo.
-Y vos aún pensás en la última chica que te dejó… Te destruyó…
La recorrí con mis manos, extasiado, perdiendo consciencia y siendo consciente de todo.
Ella se estiró hasta agarrar una de las velas encendidas. La acerco a mi, mientras ambos reíamos.
Las llamas cobraron vida al instante. Para el acto final ella se pegó a mi cuerpo y volvió a acelerarse.
Ambos gritamos.
En los últimos instantes, por encima de la música, pude escuchar disparos y a mi vecino gritar algo acerca de la libertad. Puede ver como ella se separaba de mí, victoriosa: las llamas no habían saltado a su cuerpo.
Los dos susurramos algo al unísono.
-Que se curtan todos…
Cerré los ojos. Ví un lugar lleno de conejos que saltaban de un lado a otro.
Fue lo último que ví.
Y fue tan aterrador como hermoso.

“TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A INNSMOUTH”


Me encontré con la Bruja en una calle sin nombre, en el edificio Fantasía, en el piso 13 (claro, elemental). No alcanzamos a presentarnos cuando ella me dijo:
-El Joven Manos de Tijera aun esta vivo… Pero alguien quiere matarlo…
-Yo estoy viejo para esas cosas…- le respondí.
-Pero si vos no lo haces entonces no va a poder hacerlo nadie….
-¿Indiana Jones?
-No…
-¿Por qué?
-Porque no…
Iba a insistirle en que Indy era mejor opción que yo… Pero desistí cuando ví su mirada de odio.
-¿Y dónde esta El Joven manos de Tijera?
-En un cuento de Lovecraft… En Innsmouth…
Entonces fui yo el que se alteró:
-No, no, no… Si fuera un cuento de Poe puede ser… ¡Pero Lovecraft!
-Callate…
Definitivamente la Bruja tenía mas carácter que yo.
Suspiré resignado.
-¿Y cómo llego a Innsmouth?
-En un DeLorean…
-Si, ¿pero dónde queda?
-¡DEBERIAS SABERLO!- gritó y luego agrego con una sonrisa- Innsmouth está muy adentro tuyo…
Saque un block de notas de mi bolso y anoté: “Hansel y Gretel son una mentira, llevo unos minutos acá y la Bruja no me ofreció golosinas”.
-¿Y quién quiere matar a El Joven manos de Tijera?
-Un Asesino a Sueldo... y vos, por si no te habías dado cuenta…
-No me gusta hablar de mis problemas- retruqué y guarde el block de notas otra vez en el bolso, saqué una petaca de licor de frutilla y le di un trago largo.
-Lo importante es que It, no tiene nada que ver en esto… Él esta dispuesto a ayudarte…
-¿A que lo salve o a que lo mate?
Ella bufó de impaciencia.
-La sociedad capitalista es un lugar demasiado violento…
-Ya sé…- susurré y miré el piso. Analicé la situación y di mi veredicto- Quiero evitar este crimen…
-¿Confías en la Magia de la Nieve?
-Tal vez…
La Bruja me guiño un ojo y se desabrochó los botones delanteros del vestido, entre medio de sus pechos había un Conejo Blanco. Lo tomó con sus dedos largos y me lo dió.
-Llevalo en un hombro- exclamó- Sé que no vas a defraudarme…
Coloqué al Conejo donde ella indicó y supe que lo había bautizado Frank aún antes de pensar en bautizarlo.
Me sentí inmensamente excitado. Ella lo percibió y por eso se abrochó el vestido con lentitud, dejándome ver mucho. Me sentí un tanto incomodo y rompí el silencio con lo primero que se me cruzó:
-¿Por qué los helados de vainilla se derriten antes que los de chocolate?- arqueé una ceja para que la pregunta sonara interesante.
-Por la misma razón que si encontrás al Asesino a Sueldo tenés que matarlo…
-Perfecto…
-Y si de camino te encontrás con ese tipo que tiene un programa de chimentos en la televisión también matalo…
-Hay muchos programas de chimentos…
-Matalos a todos…- me interrumpió.
Asentí.
-Bien, entonces ya no hay más nada que hablar… Se me hace tarde…- Consulte mi reloj y vi que faltaban solo 12 horas para el Fin del Mundo.
La Bruja se puso triste y su pelo cambio de colores muchas veces. De no haber sido daltónico aquello me hubiera dejado ciego.
-¿Cómo llegaste hasta acá?- me pregunto- ¿Cómo me encontraste?
Me encogí de hombros con sinceridad.
-No sé… Me venia siguiendo un hombre lobo, corrí mucho y me perdí… Quise volver a casa pero no encontraba el camino y le pedí ayuda a un zombie que encontré en una esquina... Tengo buena relación con los zombies… Me gusta como se les explota la cabeza… Él me señalo este edificio… Eso fue unos segundos antes de que sus sesos se esparcieran por todos lados…
Ella me miro con dulzura.
-Andate, por un tiempo ya no te quiero ver…
En ese momento me sentí muy solo y tuve ganas de quedarme, pero me di vuelta y camine hacia la puerta.
-Y una cosa mas- me dijo mientras yo estaba de espaldas- Recordá que un impotente no es más que un hombre al que el pene se le vuelve emo…
Largó una carcajada y cuando quise mirarla me di cuenta de que ya estaba en la calle.
Observé de reojo al Conejo Blanco que llevaba en el hombro, consulté mi brújula (como siempre no la entendí) me acomodé la gorra gastada, me até los cordones y me dispuse a emprender el viaje.
Unas cuadras después me sorprendió comprobar que mis bolsillos estaban llenos de caramelos.
Me sentí una porquería.

(d) - EFECTO


El cuervo picó el ojo del recién nacido al tiempo que una mujer embarazada era violada por leprosos a la vista de un cura que se masturbaba mientras centenares de arañas lo recorrían para dirigirse al altar de la Iglesia donde la vieja buena del barrio estaba sacándole las uñas a un grupo de niños ciegos que habían matado a mordiscones a sus fieles perros que se descomponían, entre moscas, apilados en una plaza donde los hombres jugaban a ser soldados blandiendo sus penes amputados como si fueran espadas…
Y todo porque un taxista atropello a un Unicornio en la Avenida 9 de Julio…

LITERAL MUERTE

Cada vez que se suicidaba, Esteban (sin saberlo) salvaba su vida y así se aseguraba (también sin saberlo ) el éxito de un futuro suicidio...

COMENTARIOS NECIOS


Amos del más profundo egocentrismo, de la más pura soberbia, participantes de una despiadada carrera jugando a la tolerancia y a la comprensión… Oídos sordos… Buscando con palabras darle forma a la caótica realidad, construyendo un refugio de sentidos en un mundo de sin sentidos, ansiosos por creer que logramos algo, que no fue en vano la dolorosa existencia… Atados a la visión individual, carentes de poder ver la integridad. Dotados de razón, nacidos ciegos.
Destinados a la soledad del ser, a ser ermitaños en nuestro interior. Aislados y enojados. Llorando en lo más oscuro del abismo, pero nunca dejando ver las lágrimas.
Defendiendo la fugaz concepción que nos hace sentir que somos, sustentándola aún cuando es imposible. Vehementes, cerrados, obtusos, deseando ignorar. Buscadores de los caminos que nos llevan no a la libertad sino al gran callejón sin salida. Y allí nos sentamos en un rincón, conformistas, temerosos, creyendo escapar a la pregunta pero arrastrándola cual pesada carga.
Profesamos y levantamos nuestras antorchas encendidas de oscuridad, haciendo la noche, disipando la luz.
Supremos, tranquilos, despertando de los sueños con miedo, arrepentimiento y desorientados. Astutos en el arte del autoengaño.
Perdidos…
Perdiéndonos.

VENGANZA


Cuando tenga a ese bastardo delante mío, a ese mal nacido, a ese farsante, al ladrón de días, juro que voy a destrozarlo. No tendré compasión: arañaré su estúpida y falsa carne para luego arrancarle los dientes uno por uno. Porque lo odio. Odio al peregrino de la rutina, al muy astuto delincuente que ninguna traba pone a nuestros pensamientos, que los fomenta… Pero solo para alimentarse de la frustración y la tristeza. Es él quien luego de hacernos soñar con los más altos triunfos nos susurra al oído los más razonables argumentos… Para borrarnos la sonrisa… Pero esta vez será él el que ya no ría. Saltaré sobre su cabeza. Lo aplastaré hasta hacerlo reventar, para salpicarme de mis propias miserias… Esas miserias de sueños sin cumplir con los que él me torturó…
Y cuando mis miserias y yo seamos uno, y no un modo de extorsión, entonces ya no habrá en el mundo lugar para ese desgraciado.

RUTINA DE LA SIN RUTINA

Abrio la botella y dio un trago largo.
Al cabo de dos horas el alcohol no era lo único quie habia desaparecido de su casa.
Ya no habia esperanzas, ni certezas.
No habia segunda chance.
No habia un futuro con el que soñar.
Ni siquiera habia un futuro triste pero concreto al que poder insultar.

CON AMOR...


En una biblioteca olvidada encontró un libro que le llamó poderosamente la atención. Lo abrió y en la tercer hoja, que correspondía a la dedicatoria, descubrió su nombre.
Se sorprendió de tal modo que sus lentes cayeron al piso y se convirtieron en mil fragmentos de cristal. Por querer recogerlos se dió un fuerte golpe contra el filo de un
estante… Hilos de sangre corrieron hasta sus ojos y todo se le volvió rojo.
Nunca pudo leer que el libro estaba escrito por su nieto, que en el momento de su muerte contaba con solo 3 meses pero que con el tiempo llegaría a transformarse en un celebre escritor.

ANTI- MATERIA



Yo lo busco y él me busca. No entiendo que significa su existencia… Aunque tal vez no haya razones…
Nos descubrimos por casualidad, supongo que las posibilidades eran ínfimas… Los dos estábamos frente al espejo y produjimos una alteración en el marco sensorial… Se abrió la percepción y fué un poco doloroso acostumbrarse a la intensidad…
Concepción espacio-tiempo perdiendo sentido… Se destejió la realidad con la facilidad con que se desteje una sucia muñeca de trapo con el pasar de los años… Y por esa hendidura, como un vomito, nos asomamos nosotros… Bipolaridad, paralelismo, lucha de fuerzas, energía pura brotando, escurriendo a nuestro alrededor, colmando el instante de una imperfección perfecta… Negativo- positivo… Supra-consciencia… Invencibilidad, invisibilidad… Profundo trastorno en el orden, vacío infinito… Descubrí las interrelaciones físicas tras el infrarrojo y el ultravioleta… Ví los entes y las regiones que conviven en ellos… Ví la otra dimensión y ella me vio a mí, con mis mismos ojos… Allí estaba yo, el mismo pero opuesto… Intentó extenderse hacia mí e hice lo mismo… Nos costo al principio, nos repelimos, pero nos concentramos y lo hicimos…
Rayo fulminante, desintegración absoluta, consistencia energetica disparada ferozmente… Bilocación instantánea… Empezamos a formar parte de la nada… Tanta inmensidad… Tanto poder…
¿Pero él? ¿Pero yo? ¿Nos invertimos?
Siento que me llama… Me busca… Lo busco… ¿Desde donde?
Seguimos separados… El puede ayudarme con las respuestas…
Me asusta ya no ser…
Yo ví en su Mundo y él en el mío… Nosotros éramos cada mundo… Colapsamos, colisionamos…
¿Y ahora?
Nos esfumamos de la esfera del existir convencional…
¿Me extrañaran? ¿Quiénes? Apenas puedo recordarlo… Hubo una fuga y entramos en la zona anti-gravitatoria… Fue una casualidad…
¿Fue una casualidad?
Tengo que lograr que suceda otra vez…
Complemento… ¿Y si nos fusionáramos?

HÉROE


Hubo un día de tu infancia en el que te ataste una sábana al cuello y simulando que era una capa te decidiste a salvar al Mundo con tus razones más egoístas. No tenias miedo de morir y te sentías invencible...
Hoy mirás el vacío y no te animas a saltar… Pensás en todos y sos vulnerable…
Te olvidaste como se jugaba…

ANTAÑO


Tiene 93 años y sufre porque muchos niños mueren de hambre por día…
Un suspiro tembloroso hace eco en cada rincón de su casa y tomando recetas que utilizaba en su juventud decide pasar a la acción. Mete en el horno una torta a la que adorna con las utopías de lejanas banderas y se sienta a esperar, ansioso.
Cuando la torta esta lista la saca a la ventana con un gesto de sincera entrega.
A los diez minutos otros viejos como él lo rodean y le dan la mano, lo abrazan, lo felicitan, cuentan anécdotas, ríen orgullosos, disparan imágenes que abren heridas de nostalgias…
Pero los chicos no se acercan… ni siquiera miran la torta a pesar de que llevan mucho tiempo sin tener una comida digna…
El hombre, aterrado, presiente el error… Pero luego se convence de que la torta no tiene nada de malo.
Es demasiado tarde para cuestionar algunas cosas. Mejor es pensar que todo eso no fue una pérdida de tiempo.
Se suma a las historias de los demás… pero sin mirarlos a los ojos.
No deja de pensar en que los niños seguirán muriendo…
Y él tiene 93 años.

ECO


Tengo un “¿Por qué?” en la cabeza pero no puedo formular la pregunta adecuada. Lo intento mil veces y mil veces esta mal, intento de nuevo y se quiebra la punta de mi lápiz. El abismo que ayer se abrió en mi pecho hoy tiene dimensiones descomunales.
No quiero que nadie me mire, no quiero que nadie me hable, no quiero escucharlos… Pero necesito compañía así que sigo mirando el teléfono y al rato me enojo porque no suena. Lloro y quisiera gritar para desahogarme pero eso implicaría un esfuerzo sobrehumano, además me aterrorizaría oír mi voz…
¿Por qué cuando era chico mi letra se entendía y hoy es un desastre? ¿Es esa la pregunta? No, pero me pone triste y me siento desconocido para mi mismo…
No puedo encontrarme, no puedo entenderme… Yo, conmigo, estoy distante, frío, indiferente ¿Cómo logro la reconciliación?
Quiero ser uno y que el agujero ya no crezca porque va a devorarme entero y cuando lo haga ya no podré salir. ¿Como se lucha contra esto? Quisiera acostarme en el piso y no pensar más… ¿Pero cómo se hace para no pensar? No puedo evitarlo y me pongo inquieto…
¿Y si me encierro? ¿Y si abro la ventana? ¿Y si prendo las luces? ¿Y si rompo mi habitación? ¿Y si le escribo una carta a nadie? ¿Y si prendo la tele? ¿Y si apago la radio? ¿Y si me doy una ducha? ¿Y si leo un libro? ¿Y si me quedo sentado? ¿Y si me acuesto? ¿Y si me tapo con la frazada hasta que nadie me vea? ¿Y si busco un fantasma en el ropero? ¿Y si busco un recuerdo debajo de la almohada?
Basta, me desoriento más y más. Pido basta…
Pero claro, empiezo a sacarle, nuevamente, punta al lápiz…
Será por siempre: “¿Por qué?”

ASESINO


Hay un asesino detrás de mí. No se si se esconde en mi sombra o si él es, realmente, mi sombra.
A veces me mata por las mañanas y ni siquiera me da tiempo de salir de la cama, y me obliga a ser un muerto el resto de la jornada. En otras ocasiones espera que yo me olvide de su existencia y cuando, por un instante, me dejo llevar por el espejismo y creo que vivo, aprieta el gatillo.
Algunos días sus disparos son silenciosos y no me doy cuenta de que me dispararon hasta que la luz estalla en mi cabeza y enceguece cualquier otro pensamiento.
Otros días el estruendo me enloquece y la milésima de segundo que pasa del estallido al golpe de la bala en mi cien se me hace eterno, y me acostumbro a estar muerto aun antes de estarlo.
A veces quisiera escapar, poder burlarlo de alguna manera, ser inmune a sus disparos, para que las balas me atraviesen pero no me derrumben…Hubo tardes en las que me sentí así de fuerte, como para desafiarlo, pero el sentimiento no duro mucho, y él sabe esperar… Como todo buen cazador.
Otras veces deseo que me mate. Lo siento venir y ni siquiera intento escapar… Hasta hubo días, en los que, sabiéndome muerto, llegue a reír antes de que el gatillo fuera apretado… Estar vivo puede ser muy frustrante…
Y él sigue ahí…
¿Cuántas muertes puede soportar una persona? Algunas noches me desvela esa pregunta. Sea como sea su crimen siempre será perfecto. Solo yo se que me mata.
Nadie lo advierte. Me piden respuestas y eso me agobia, porque intento buscar las palabras y nunca puedo explicarlo bien.
Maldición, ¿A quién se le ocurre pedirle explicaciones a un muerto? Nunca lo van a descubrir. Él seguirá detrás.
¿Cómo será su rostro? ¿Y si es igual a mí?
Por el momento sigo renaciendo cada mañana, y eso es algo.

NIEBLA


La calle esta a oscuras. Un gato cruza corriendo y el viento cuenta historias ya olvidadas. Y es otoño. En ese instante siempre es otoño.
En el pueblo todos descansan. O casi todos. Una mujer llora, un hombre piensa en pastillas. En la escuela me enseñaron que los cuervos no están en la ciudad, pero desde mi ventana siempre veo uno. Es enorme.
La niebla empieza a brotar, de a poco, lo cubre todo. Baña las calles y resplandece. Se arremolina y por un momento baila. Luego empieza a tomar forma.
No tardan en aparecer 3 figuras, de uniforme color, de intenso fulgor. Se mueven con lentitud y besan a la noche con labios fríos. A su alrededor se alzan las canciones de niños muertos.
Y las figuras siguen avanzando. Sus rasgos son hermosos.
Ella, la más alta, se llama Desolación.
¿Qué sueños de juventud invadirán a los ancianos?
¿A que se deberán las lágrimas de los más pequeños, que despiertan en el oscuro de su cuarto?
La noche es de ellas….
De ellas y de nadie más.

3 RECUERDOS















Fue ayer. Pasaron 1 día y 100 noches, 3 recuerdos y 1 fantasma.
Fue fácil aprender a no dormir, lo difícil fue tratar de no enloquecer…
Ya es tarde para saber si lo logre…
Descansan sobre mis ojeras distintos finales… posibilidades… y no puedo dejar de pensar en ellas. Tengo que saber cómo podría haber sido… lo necesito…
Esquivo los espejos porque me siento deforme, evito mirarme las manos porque siento que son garras. Solo deambulo por la oscuridad… y a veces sin levantarme de la cama.
Me costo mucho ir hasta el reloj, pero cuando me anime me concentre con fascinación en sus agujas… Un mecanismo tan pequeño…
Sentí deseos de abrirlo para contemplar cada engranaje… No lo hice, estaba hipnotizado…
Cuando llegaron las 12 de la noche la ansiedad me carcomía…
Y entonces te levantaste, como impulsada por un resorte invisible…
Las ventanas estaban cerradas, las luces apagadas… Brillaste igual, como siempre… Por un instante sentí que las risas de Otoño volvían…
Estiraste tu mano, tan delicada…
Dijiste algo, pero ya no había vuelta atrás… Sentía mucho amor, por eso, furioso, te destrocé…
Volví a cortar tu cuerpo en 7 partes (tal vez alguna vez funcione) y volví a la cama.
Volví a ser un monstruo.
“No, por favor…”, decís siempre.
Nunca lo vas a entender.

Tan parecido a la lluvia que de pronto olvido su identidad...