miércoles, 18 de febrero de 2009

ASESINO


Hay un asesino detrás de mí. No se si se esconde en mi sombra o si él es, realmente, mi sombra.
A veces me mata por las mañanas y ni siquiera me da tiempo de salir de la cama, y me obliga a ser un muerto el resto de la jornada. En otras ocasiones espera que yo me olvide de su existencia y cuando, por un instante, me dejo llevar por el espejismo y creo que vivo, aprieta el gatillo.
Algunos días sus disparos son silenciosos y no me doy cuenta de que me dispararon hasta que la luz estalla en mi cabeza y enceguece cualquier otro pensamiento.
Otros días el estruendo me enloquece y la milésima de segundo que pasa del estallido al golpe de la bala en mi cien se me hace eterno, y me acostumbro a estar muerto aun antes de estarlo.
A veces quisiera escapar, poder burlarlo de alguna manera, ser inmune a sus disparos, para que las balas me atraviesen pero no me derrumben…Hubo tardes en las que me sentí así de fuerte, como para desafiarlo, pero el sentimiento no duro mucho, y él sabe esperar… Como todo buen cazador.
Otras veces deseo que me mate. Lo siento venir y ni siquiera intento escapar… Hasta hubo días, en los que, sabiéndome muerto, llegue a reír antes de que el gatillo fuera apretado… Estar vivo puede ser muy frustrante…
Y él sigue ahí…
¿Cuántas muertes puede soportar una persona? Algunas noches me desvela esa pregunta. Sea como sea su crimen siempre será perfecto. Solo yo se que me mata.
Nadie lo advierte. Me piden respuestas y eso me agobia, porque intento buscar las palabras y nunca puedo explicarlo bien.
Maldición, ¿A quién se le ocurre pedirle explicaciones a un muerto? Nunca lo van a descubrir. Él seguirá detrás.
¿Cómo será su rostro? ¿Y si es igual a mí?
Por el momento sigo renaciendo cada mañana, y eso es algo.

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